EXPEDICIONES PARIANAS

A partir del año 1498, marinos y aventureros, con la finalidad de explotar las riquezas en perlas existentes en las costas de Araya e islas vecinas, solicitan permiso de los reyes para organizar expediciones a la región continental recientemente descubierta. Como todas ellas tenían como meta la región llamada por los indígenas Paria, se les designa como Expediciones Parianas.

La primera fue la de Alonso de Ojeda, a quien acompañaban Juan de la Cosa y Américo Vespucio. Partió del puerto de Santa Catalina, de Cádiz, el 18 de mayo de 1499. Recorrió toda la costa de lo que forma parte de la Guayana Esequiba y la desembocadura del Orinoco; remontó por la costa de Paria y Araya, llegando hasta Margarita, donde desembarcó. De aquí tomó rumbo a tierra firme, bordeando sin desembarcar por la costa llamada Maracapana, que incluye hoy Cumaná, Santa Fe, Guanta y Puerto la Cruz, y continuando su viaje recorre toda la costa venezolana hasta la Guajira. Fue en esta expedición cuando se avistó por primera vez los palafitos o casas levantadas sobre estacas, del lago de Maracaibo, las cuales hicieron designar a la región Venezoia, (pequeña Venecia), del cual derivó Venezuela. Este nombre tuvo que ser dado por un marino italiano. ¿Sería Vespucio, integrante de la expedición? Se refirió al comienzo solamente a la región del Lago de Maracaibo.

La segunda expedición pariana estuvo organizada por Pedro Alonso Niño, también compañero de Colón y Cristóbal Guerra. Al parecer, se trataba de la misma expedición anterior de Ojeda, pero por intereses económicos y de jefatura se dividió. Salió de España, pocos días después de la primera, desembarcaron en la costa de Paria, comerciando con los indios, haciendo trueques de baratijas por perlas y oro al mismo tiempo que apresaban muchos de ellos para venderlos en España como esclavos. Costearon la península en su trayecto Norte, pero a diferencia de Ojeda, no tocaron Margarita, sino que doblando la punta de Araya, penetraron en el Golfo de Cariaco. Recorrieron las costas de Cumaná y Macarapana, continuando viaje hasta Chichiriviche, en el actual Estado Falcón, no pudiendo desembarcar por encontrar indios hostiles. Regresaron siguiendo el mismo itinerario de ida y a su regreso tocaron en las costas de Cumaná, donde recogieron un buen cargamento de perlas y muchos indios prisioneros.

En este viaje de regreso, desembarcaron en la región llamada por los indígenas HARAIA, a causa de los depósitos de sal, región que por modificación fonética se le llamó Araya.

Regresaron a España llevando como botín gran cantidad de perlas, muchos indios prisioneros y la noticia de la riqueza salinera. Fue la más fructífera, comercialmente, de todas las expediciones parianas. La tercera expedición fue organizada por Cristóbal Guerra y su hermano Luis, quien fungía de socio capitalista. Descartaron a Niño porque hubo diferencias a causa del reparto del botín de la expedición anterior. Partieron de Sevilla el año 1500, y se dirigieron directamente a Cumaná, como consta en la declaración que trece años después hace Juan de Moya: «…el dicho señor Cristóbal Guerra partió de esta ciudad de Sevilla por la mar hasta la isla Canaria y de allí fue al rescate de las perlas en la provincia de Cumaná, donde saltó a tierra él y los que con él iban…».

Por las atrocidades cometidas con los indios, a quienes apresaron para esclavizarlos, fueron sometidos a juicio a su regreso a España, en 1501, obligándolos a devolver a los indios a Cumaná, lo que no cumplieron. La cuarta expedición fue organizada por Vicente Yáñez Pinzón, compañero de Colón en su primer viaje, junto con su hermano Martín Alonso Pinzón, quien falleció a su regreso de ese primer viaje colombino. Esta expedición, como la de Diego de Lepe, completaron el descubrimiento de casi toda la costa oriental del continente, desde Paria hasta la desembocadura del Amazonas. Su importancia está relacionada con esos descubrimientos.

Una última expedición la intentó nuevamente Ojeda, quien en compañía de Juan de Vergara y García de Ocampo, partieron de Cádiz en enero de 1502. Llegaron a Paria y recorrieron toda la costa, hasta llegar a la zona denominada Cumaná, Macarapana o Curiana, como indistintamente se le designaba. Apresaron indios y según relatan las crónicas, llevaron a bordo de las embarcaciones, hembras nativas para que fueran sus mujeres, las cuales a su regreso a España, fueron devueltas a la costa muy probablemente varias de ellas fecundadas. Este hecho se menciona por la importancia del mestizaje en nuestra identidad nacional. El conquistador español fue audaz y cruel, pero no tuvo prejuicios raciales. Se amancebó con las indias y aun con las negras, cuando por el comercio de esclavos fueron traídas a América. Por ello mencionábamos en páginas anteriores que nuestra identidad étnica es hispano-indo-africana. El hecho fundamental de las expediciones parianas, fue que a partir del año 1499, ya se había reconocido toda la zona costera del Estado Sucre, desde Paria hasta Cumaná y regiones vecinas.

Los actos de brutalidad cometidos con los aborígenes, el acoso permanente en que vivían, determinó una resistencia heroica que se opuso desde el comienzo del vasallaje impositivo, cruel y humillante, a pesar de que los primeros descubridores fueron recibidos con muestras de amistad. Estas circunstancias de belicismo permanente entre conquistadores e indios no fue positivo para la fundación de pueblos estables en la costa recientemente descubierta.

 

HISTORIA DEL ESTADO SUCRE
Autor: José Mercedes Gómez ()
Ediciones de la Presidencia de la República – Caracas. 1981