Según testimonios de residentes no sólo fue el temblor más fuerte que han sentido, sino también, el más duradero. Acá les dejamos algunos de los recuerdos que nos contaron protagonistas del hecho: ¨…fue horrible, el sismo se intensificaba y disminuía sucesivamente, como en tres ocasiones seguidas, parecía como que hubiesen ocurrido tres terremotos seguidos…,…todo se tambaleaba, la iglesia se movía hacia delante y hacia atrás, las fuentes que se encuentran en la plaza San Juan se movían tanto que el agua de su interior se derramaba… Otros nos contaron que el piso donde estaban parados se movía como una gelatina mientras los campos se meneaban como olas y que todo esto ocurría al tiempo que se oía un zumbido semejante al de las avispas.
Poco a poco se va dejando de hablar en el pueblo de las 
experiencias vividas durante el sismo. Los Yaguarapareros son personas fuertes, acostumbradas a subsistir los embates de la naturaleza y recuperarse rápidamente, baste leer su historia para enterarse que ese pequeño pueblo, con más de 250 años de fundado, ha resistido incendios, guerras, huracanes, tormentas tropicales, epidemias, plagas, terremotos, inundaciones, sequias, éxodos…etc. y de todo esto se ha recuperado con valentía y optimismo.
El terremoto ocurrido el 21 de agosto ha sido muy fuerte, las 
fuentes difieren en su intensidad variando desde 6,9 hasta otros que lo colocan en 7,3. Como quiera que fuese los sismos de esas intensidades, por lo general, causan muchas calamidades, sin embargo los daños en el pueblo y poblaciones aledañas no pasaron de grietas en algunas paredes y calles, y algunos cables eléctricos caídos. Según los especialistas Yaguaraparo sobrevivió intacto gracias a que el sismo ocurrió a más de 120 kilómetros de profundidad aunque en el pueblo, la mayoría cree, que fue gracias a Dios.
YAGUARAPARO ES CHÉVERE 